Voy muy lento y no sé hacia adónde
Y éramos unas personas que siempre querían ir rápido y sabiendo adónde iban…
Te suena? Son caminos que atravesamos en el proceso terapéutico, a menudo intrincados, difíciles, que cuestan. Cambiar el rumbo. Saber que lo de antes ya no me sirve. Que tomo caminos nuevos. Y eso implica mucho valor. Y mucha capacidad de estar conmigo aquí y ahora.
En terapia, atravesamos a menudo tiempos y momentos en que quien yo era ya no sirve, y la manera de ser que yo creí mía mucho tiempo ya no lo es. Y tal vez no siento que vaya a ser sustituida por otra, sino que estoy en un «no sé». Y mantenerse en ese «no sé» es todo un reto.
Es un espacio y un tiempo que generan angustias, inseguridad, a menudo tristeza. Pueden implicar la necesidad de un duelo, de soltar quien yo era, o quien yo creía que era.
No es fácil, y es rico y potente. Sin peros en medio. Quedarme en el camino sin saber adónde. Quedarme conmigo.
sé» es todo un reto.
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